No rechazar ni ignorar a personas de la tercera edad

Salmo 71: 9 No me rechaces cuando llegue a viejo; no me abandones cuando me falten las fuerzas.

LAS BENDICIONES DE UN ANCIANO

En el mundo de vanidad en el que vivimos todos luchamos por mantenernos jóvenes, por lucir jóvenes y por sentirnos jóvenes, a muchas personas les cuesta aceptar que han llegado a una etapa de su vida donde han dejado atrás su juventud.

La vida es de etapas, es el ciclo de la vida y no se puede detener, cada etapa es linda si aprendemos a vivirla:

a)    la etapa de la infancia

b)    la etapa de la adolescencia

c)    la etapa de la juventud

d)    la etapa de la adultez que termina a los 65 – 70 años aproximadamente.

e)   la etapa de la vejez de los 70 años en adelante.

Dentro de la edad de la adultez y la vejez algunos han hecho una clasificación de las edades: la edad según el calendario, la edad que otros consideran que tenemos, la edad que sentimos que tenemos y la edad de como vivimos.

Pero la realidad es que independientemente como una persona se sienta, como una persona viva, como lo consideren otras personas, cuando llega a la edad de la vejez, tiene que estar consiente que ha llegado a la última etapa de su vida, y debe aceptarlo no con resignación, sino con contentamiento, con agradecimiento, disfrutando con Dios de la edad a la cual Él le ha permitido llegar.

Ilustración del pastor que se retiró después de 60 años de ministerio, y seguía orando, seguía leyendo la biblia, seguía yendo a la iglesia a oír la palabra, porque decía hoy que estoy más cerca de la meta, debo correr más fuerte…  eso es lo precioso de la etapa de la vejez, en lugar de ser una depresión por finalizar la vida material, tendría que ser un gozo por comenzar la vida espiritual.

En el Salmo 71 encontramos algunas de las bendiciones de llegar a la etapa de la vejez

La bendición de llegar a la vejez en los caminos de Dios (vs 1)

Hay una gran diferencia entre llegar a la vejez siendo un hijo de Dios a llegar a la vejez siendo una persona inconversa, y la gran diferencia es la esperanza que nuestro Dios da, sabemos que no seremos avergonzados jamás, pues cuando nos presentemos delante de su presencia no seremos rechazados, sino que seremos recibidos como hijos de Dios, nuestra muerte no será para vergüenza nuestra, sino que será preciosa ante los ojos de Dios (Salmo 116:15)

La bendición de poder vivir una vida de oración y comunión con Dios (Salmo 72:9-12 y 23)

Ya no hay que dedicar tiempo a cuidar niños, hacer tareas, ya no hay tanta fuerza para salir de paseo cada fin de semana con la familia, ¡¡hay oportunidad para disfrutar el tiempo a solas con Dios!!

La bendición de vivir con agradecimiento y adoración para el Señor (vs 16)

Que precioso hacer memoria de una vida llena de las bendiciones de nuestro Dios. 

Agradecimientos: Carflores

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