Pan sin levadura

 PAN SIN LEVADURA!!!🥖🥖🥖

El pan nuestro de cada día...

¿POR QUÉ ME VA MAL?✍️
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. (Job 2:10)

Todos hemos tenido la tentación de justificarnos a nosotros mismos.
En algún momento de nuestras vidas algo salió mal, algo no está ocurriendo como quisiéramos o algo saldrá mal.
La razón es sencilla: estamos sujetos al accidente, a las consecuencias de nuestros errores o al resultado de las fallas de alguien más.

¿Por qué me va mal?
Cuando las circunstancias son contrarias a lo que esperamos, a lo que deseamos o a aquello por lo que hemos trabajado, la salida fácil es preguntar a Dios ¿por qué a mí?. Pensamos que no nos merecemos lo que nos ocurre.

Job fue un hombre que en un día perdió a sus hijos, su ganado y camellos fueron hurtados, sus ovejas quemadas y sus sirvientes asesinados. Luego de esto dijo: ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? (Job 2:10). Su mujer le echó en cara seguir siendo íntegro ante Dios a pesar del mal que le sobrevino. El sentido común nos impulsa a cuestionar a Dios cuando somos afligidos.

El Señor enfrenta a Job más tarde, porque el hombre pidió abogar por su causa delante de él. Tenía razón de estar tan seguro de ser un justo, Dios mismo lo describió como alguien que no tenía comparación.
Y Dios dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad... (Job 2:3)
Sin embargo, le pasó lo que más temía.

¿Quién, entonces, puede salvarse de que le ocurra el mal? Nadie. Pero la respuesta de Dios es inesperada y maravillosa:
¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú? Job 40:8

¿Me va mal porque Dios no es justo conmigo?
Esta pregunta nos lleva a otras dos preguntas: ¿Dios es justo o nosotros somos justos? ¿Seremos más justos que Dios como para decirle que lo que hace o permite en nuestra vida es una injusticia?

Su justicia no está a discusión, de la misma manera en la que nuestro pecado no está a discusión.
El rey David reconoció ante Dios sus pecados y le confesó:
Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. Salmos 51:4

Entonces, Job era considerado justo por Dios y no vivió exento del sufrimiento, y aunque David reconoció sus pecados sufrió las consecuencias de ello. Como sea, Dios sigue siendo justo delante de los hombres, no obstante lo culpamos de las cosas malas que nos acontecen. ¿Por qué lo hacemos? Lo condenamos para justificarnos a nosotros mismos, como le dijera a Job.
Así entendemos que Dios es Dios, y que no nos hicimos nosotros a nosotros mismos. Por eso el apóstol Pablo escribió:
¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Romanos 9:14-16

Y si te preguntas cómo es que Dios aún así nos juzga, Pablo continuó:
*Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria. Romanos 9:19-23

!!Ay del que pleitea con su Hacedor! !!el tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces?; o tu obra: ¿No tiene manos? Isaías 45:9

Agradecimientos:. S. Aquino

ANTE “PUERTAS CERRADAS” Y “FUENTES SECAS”


Ahora que transitas en el terreno de la imposibilidad, es necesario que deseches esa tendencia continua de dudar del Poder Soberano de Dios...


¡Tienes evidencias de sobra!

¡Acuérdate de sus intervenciones!

Es ahora, cuando al estar ante “puertas cerradas” y “fuentes secas” que tu fe debe permanecer arraigada en el Dios de lo imposible; no importa el lugar, el tiempo transcurrido o la limitada cantidad de recursos disponibles. Para Dios, eso no cuenta...    

En "esos" momentos de angustia por los que ahora atraviesas, es tiempo que dejes de poner tu mirada en el problema que lo ocasiona; comprende, que desde donde NO hay nada, Dios puede suplir todo cuanto necesites o cambiar circunstancias.    

¡Pon tu mirada en el Dios Creador del universo!

¡Cree que SÍ puede hacerlo!

¡Él es el Todopoderoso!

"Nada hay imposible para Dios"

Lucas 1:37

Dios ha permitido que llegues a esta situación imposible para que aprendas a  descansar en su Poder Soberano; levanta tus ojos al cielo, y ora con la firme convicción de que SI te escucha.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”

Filipenses 4:6-7

Espera en Dios aunque toda posibilidad se haya agotado por completo, aunque miles de obstáculos se te hayan presentado en el camino, aunque todos permanezcan indiferentes a tu urgente situación.

“Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?

Mi esperanza está en ti”

Salmo 39:7

Comentarios