La Fe nos hace fuertes | Rogativa Divina Pastora

Dios es Amor, El creó lo visible e invisible, nos creó para seguir su legado.  Al mismo tiempo en estos momentos de incertidumbre, y más aún, en la pandemia en la que vivimos la fe en El se ve sujeta a contrariedades:
  • ¿Por qué sucede todo esto?
  • ¿Es justo que mueran tantas personas?
Dos preguntas clave que podemos oir en algunos medios; que por cierto, información a día de hoy suele haber: información sobre medidas de higiene, sobre medidas de seguridad, sobre civismo, sobre  autocuidado, sobre politica social, sobre religión (...).  No obstante, a pesar de que en los llamados "paises desarrollados" exista tanta información resulta sencillo comprobar que tanto el agnosticismo como el ateismo va creciendo entre estratos de la sociedad.

Retomando  este momento actual, la humanidad ha demostrado durante siglos tener errores, pero también aprender de los mismos.  ¿Qué hace, entonces, que una persona cambie reconociendo sus errores?
En la Palabra de Dios hace referencia a las personas dispuestas, con visión optimista pese a las vicisitudes que se le puedan presentar: "el corazón alegre sana como medicina, pero el espíritu abatido enferma" (Proverbios 17:22)
La Biblia muestra muchos ejemplos de personas anónimas, tal y como podemos encontrarnos en nuestra rutina diaria que gracias a "dejarse llevar" por Dios su vida ha cambiado de manera significativa.  Como cuando en el Evangelio hace referencia a la onfianza de que pase lo que pase, es posible encontrar paz: "vengan a mí los que estén cansados y afligidos y yo los haré descansar" (Mateo 11:28).  El nos hace encontrar respuesta a los momentos de debilidad para transformar estos en fortaleza.  
La fortaleza que Dios nos da por seguir su Palabra va más allá de una mera información, cosa que en el llamado "Primer Mundo" hay bastante pero, como se ha hecho referencia con anterioridad, la relativitización moral cobra un especial protagonismo reemplazando la transformación necesaria en la vida del ser humano.  
Por lo tanto, Dios confia en la humanidad, El nos pide que no nos avergonzemos de su testimonio e invita a que le sigamos: "El Espíritu Santo, don de Dios, no quiere que temamos a la gente, sino que tengamos fortaleza, amor y templanza en nuestro trato con la humanidad" (2 Timoteo 1:7).  Dios invita al respeto a la diversidad, el reconocimiento de trabajar por la justicia social, al respeto a las leyes civiles (Mateo 22, 15-21), como por ejemplo en estos momentos de pandemia siguiendo las indicaciones de las Autoridades Sanitarias, respetando también a las FF.CC. de Seguridad ya que incumpliendo leyes civiles se puede poner en peligro a los demás, y todo esto,  sin relegar u olvidar lo que El nos enseñó.  
Al mismo tiempo teniendo en cuenta que como se cita en el Evangelio (Mateo 24:5) que serán muchos quienes intenten reemplazar las enseñanzas que Dios nos transmitió, intentando por todos los medios que abandonemos la caridad infinita que El nos transmitió por otros "Mesías".  
Por último, recordemos que Jesús simplificó de especial manera muchas indicaciones históricas para centrarlas en la caridad, porque Dios es amor: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.  Nadie podrá ir al Padre si no va a través de mí" (Juan 14:6).  Amar al prójimo como a ti mismo/a es la clave, quien practica la caridad no hace daño a los demás.  La caridad es, por tanto, la ley en plenitud (Rm 13, 8-10)

ROGATIVA A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS

Santa Madre De Dios y Madre nuestra, la esclava del Señor, Divina Pastora de las almas.  
Tú que enseñaste a Jesús, en el hogar de Nazaret, a obedecer la voluntad del Padre y fuiste parte del redil del Buen Pastor, escucha nuestras plegarias. 
Atiende las necesidades de tu pueblo que te implora. Cuida de aquellos que exponen su vida al coronavirus por servir a los demás, por los enfermos que lo padecen, por sus familiares, por los que han fallecido y también por todos nosotros, para que aprendamos como Tú, a escuchar la Palabra del Señor y obedecer su voluntad.

(Ave María) 

 Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte.
AMEN

Rvdo. P. D. José García Macias

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