ROGATIVA A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS
¡Acuérdate de nosotros, Pastora Divina de nuestras almas!,
pues nadie que acude a tu protección, implorando tu auxilio, ha sido abandonado por Ti.
Animados en esta confianza, a Ti acudimos,
a implorarte y salvar el peso de nuestros pecados.
¡Madre del Verbo Divino!,
no desatiendas nuestras súplicas, y acogenos con ternura,
librandonos de todo mal en estos tiempos de tribulación.
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
el Seńor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
PADRENUESTRO PARA CADENA DE ORACIÓN
Padre Nuestro, que estás en las flores,
en el canto de los
pájaros,
en todo lo creado,
visible e invisible a nuestros ojos.
Padre Nuestro que estás en el corazón latiendo;
que estás en: el amor, la compasión, la
paciencia, y en el gesto del perdón.
Padre Nuestro, que estás en mí,
en mi familia,
en mis amistades,
que
estás en esa persona que amo,
en la persona que me hiere,
en aquel que busca
la verdad (...)
Santificado sea tu Nombre adorado y glorificado,
por: todo lo que
es bello, bueno, justo, honesto, de buen nombre y misericordioso.
Venga a nosotros tu reino de paz y justicia, fe, luz, amor.
Te pido que seas el
centro de mi vida,
de mi hogar,
de mi familia,
de mi trabajo,
de mi
estudio (...)
Hágase tu voluntad, y no la mía,
aunque mis ruegos reproducen a veces más mi orgullo,
mi ego,
que mis necesidades reales.
Perdóname por todas mis ofensas,
por mis errores,
por mis faltas,
por mis pecados y
ofensas contra ti,
contra mi mismo/a y contra los que me rodean.
Perdona
cuando se vuelve frío mi corazón;
Perdóname, así como gracias a tu ayuda,
perdono a quienes que me ofenden,
incluso cuando mi corazón está herido.
No me dejes caer en las tentaciones de los errores,
de los vicios,
de la crítica,
del prejuicio,
el chisme,
la envidia,
la soberbia,
la
destrucción,
el egoísmo (...)
Y líbrame de todo mal,
de toda violencia,
de todo infortunio,
de toda enfermedad.
Líbrame de todo dolor,
de toda tristeza,
angustia y de toda desilusión.
Pero, aún si tales dificultades ves que son necesarias en mi vida,
ayudame a tener la fuerza y el coraje de decir:
¡Gracias, Padre, Señor Rey
del Universo por esta lección! 🥰😍😍
¡Que así sea! 🙏
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