Agradecer que estemos vivos, que
podamos contar con decisiones con libertad tanto cuando cualquier persona hace
algo por nosotros como sencillamente agradecer desde lo esencial a lo general
en nuestras vidas nos hace más fuertes.
La gratitud, se puede trabajar en
nuestro interior, ya lo decía el apóstol Pablo (Filipenses 4:11), al
contentarse en cualquier situación en la que se esté. O dicho de otro modo: ver en las situaciones
de nuestro día a día la parte positiva de lo que nos suceda. Indudablemente, el forjarnos en gratitud nos
va haciendo personas más bondadosas, más amables y por tanto, más en sintonía
con el medio en el que vivimos y en el Universo que nuestro Creador nos ha
ofrecido.
Según la psicología positiva, la
gratitud conlleva una serie de ventajas tanto cuantitativas como cualitativas,
en cantidad, porque a mayor ejercicio del agradecimiento tanto en nuestro
interior como en el medio que nos rodea incrementa la sensación de bienestar,
pero hay más beneficios, como por ejemplo:
- Quienes practican la gratitud cuentan con relaciones más estrechas, con más conexión con los demás, también a quienes practican la gratitud se le verá de manera diferente. ¿Por qué motivo?, porque prioriza lo positivo sobre lo negativo.
- Si la queja, o estar alineando a los demás es la tónica dominante las relaciones corren el peligro de deteriorarse a un ritmo más acelerado y por ende a que desaparezcan. Por lo tanto, una de las mejores maneras de cultivar las relaciones es con base en la gratitud.
- Practicar la gratitud hace a quienes lo practican más pacientes, benevolentes, amables, compasivos y comprensivos. A esto se le añade, que las relaciones con el entorno: familiares, amistades e incluso personas desconocidas florezcan a un ritmo más acelerado, firme y sólido.
- A más agradecimiento, menos pretenciosidad, es decir, menos se querrá cambiar de los demás porque se prioriza lo positivo sobre lo negativo.
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· Al practicar la gratitud a diario hace, lógicamente, que disfrutemos más de lo que tenemos, lo cual también se relaciona con diferentes aspectos de nuestra salud. La energía interior emerge incrementando el bienestar físico, mejora el estado de ánimo, aumentan las defensas naturales y nos hace estar más fuertes por lo que palia en cierta medida el padecimiento de enfermedades. Al incrementar nuestro nivel de salud ayuda a dormir mejor, entre otros beneficios a nivel mental. Y como no, a nivel social, como una mejora de la impresión de nosotros con los demás así como de nosotros mismos: mejora de nuestra autoestima, mejora en nuestras habilidades sociales e incluso ganar más dinero.
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